Muchas de
las dificultades que presentan los niños a la hora de aprender la escritura
cursiva tienen su origen en una falta de habilidad para coger bien el
lápiz. Esto se puede solucionar aplicando algunas técnicas sencillas,
destinadas a reeducar los hábitos incorrectos adquiridos por el niño/a.
Por otro lado resulta fundamental realizar
actividades de motricidad fina, que implican movimientos de precisión
relacionados con tareas donde se utilizan los ojos, los dedos y las manos.
Mediante estas actividades prensoras se tratará de desarrollar
habilidades y destrezas básicas, las cuales repercuten directamente en el
manejo y la sujeción del lápiz.
Por norma
general, a partir de los dos años y
medio el niño/a suele ser capaz de captar
y de memorizar la posición de las manos al sujetar el lapicero. Por lo cual a
esta edad ya se puede comenzar a practicar con el niño el agarre del
lápiz con el fin de que aprenda la posición correcta de los dedos y de
la muñeca para su posterior escritura. Pero será a partir de los cinco a seis añoscuando el niño/a establecerá un agarre pinza funcional del lápiz.
1.
ELEGIR UN LÁPIZ CORTO
Comience a enseñar al niño a sujetar y a
manejar bien el lápiz usando un lápiz corto. De esta forma la superficie de
contacto será menor y el niño no necesitará utilizar más dedos de los
necesarios para tener una buena comprensión del lápiz.
2.
COLOCAR EL LÁPIZ EN FORMA DE CLIC
Introduzca el lápiz entre los dedos pulgar
e índice del niño o niña en forma de clip o pellizco y, cuando éste lo
tenga bien sujeto, voltee el lápiz de forma que quede en la posición correcta
para escribir.
3.
AGARRAR EL LÁPIZ SOLO CON LOS TRES DEDOS
Para lograr
que el niño o niña consiga coger bien el lápiz es fundamental
que aprenda a sujetarlo solo con los dedos pulgar, índice y corazón de la mano.
Podemos utilizar varios ejercicios para conseguir este agarre correcto del
lápiz.
A) Pedir
al niño o niña que se imagine pellizcos (no demasiado
fuertes) con estos tres dedos, y que los realice con el lápiz en medio de
ellos.
B) Los dedos anular y meñique no intervienen en la sujeción del lápiz,
sino que se han de mantener replegados; ya que se utilizan para apoyar la mano
sobre la superficie plana donde se escribe y, además crean una plataforma
adecuada para deslizarse sobre el papel. Para conseguir que el niño/a mantenga
estos dedos plegados hacia atrás se puede utilizar esta técnica:
Colocar un algodón, un trocito de gasa
doblada u otro tejido similar bajo los dedos anular y meñique del niño o niña (
ya que estos no intervienen en el agarre del lápiz) y pedirle al niño/a que los
sujete mientras que escribe, tal como se muestra en la imagen:
4.
POSICIONES CORRECTAS DE LOS DEDOS ÍNDICE Y DEL PULGAR
A) Pedir al niño o niña que coloque el dedo índice en la parte superior
del lápiz; aunque haciendo descansar solo la punta de su dedo en la parte
superior del lapicero que, junto al pulgar harán pinza sobre el mismo, que
dejará entre ellos un espacio abierto en forma de triángulo.
B) Evitar que el niño/a ejerza demasiada
presión sobre el lápiz con el dedo índice, puesto que ello le ocasionaría
dolor en determinados momentos. Además, el hecho de mantener esta posición, le
resultaría incómoda y el niño/a terminaría cansándose.
5.
POSICIÓN DEL DEDO CORAZÓN
El lápiz debe descansar en la primera
articulación del dedo corazón, porque este dedo desempeña la función de punto
de apoyo en el agarre del lápiz. Observemos en el niño/a si efectivamente
utiliza este dedo para completar el agarre del mismo.
6.
ADAPTADOR ERGONÓMICO PARA ESCRITURA
Estos adaptadores suelen facilitar, en
muchos niños, la posición correcta de los dedos para coger bien el lápiz y
mejoran el agarre-pinza del mismo. Existen varios modelos en el mercado, que se
adaptan a los gustos o necesidades de cada niño.
Para saber más: